Jugábamos contra la Peña Barcelonista Cinco Copas, rival marrullero y ambicioso con unas estadísticas de escándalo.
La Salle salía con ya la mítica formación 4-1-4-1, cerrados atrás y balonazo buscando al punta que en este caso fueron Miquel y Uri, estos ya nos tienen acostumbrados a su peculiar cambio de posición, y Cisneros.
El partido no podía comenzar mejor, en el minuto 4 Andy ponía el 0-1 en el marcador, un fantástico remate con el interior del pie tras un centro raso de Alex Pujol. ¡Parecía una jugada ensayada!
No podíamos confiarnos, pues el partido acababa de empezar y aún quedaban 85 minutos de sufrimiento. La sorpresa fue cuando en el minuto 7 un despeje/pase hacia Miquel lo deja solo después de que se marque un carreron abismal y mete el balón en el fondo de la red.
La afición no daba crédito, ¿Cómo podíamos ir 0-2 en tan solo 10 minutos?
La Salle seguía con la mentalidad de ir a más y no relajarse, el rival no acababa de sentirse cómodo en el terreno de juego, en el minuto 14 un contraataque iniciado por Alex Pujol en su banda (la izquierda), iba a acabar en otro gol de La Salle. ¡Esta vez en propia puerta! Pujol, nuestro Ney, le ponía un fantástico pase al hueco a Miquel (con la izquierda) con la suerte de que rebotó en su central y con un sorprendente efecto, el balón se metió en la portería.
El rival no se lo creía, 0-3 y contra “La Salle Bonanova”.
Los siguientes 30 minutos fueron los de mantener el resultado, ya no teníamos el más mínimo interés en aumentarlo, sabíamos que tuvimos mucha fortuna y no queríamos desperdiciar esa oportunidad.
Aun así, tras otro balonazo buscando al punta (Miquel) y que éste se tenga que buscar la vida solito nos dio el cuarto y último gol para los rojinegros.
La siguiente jugada, literalmente un minuto después, ellos, se ponían las pilas con un gol que nos dejó a todos enfadados, ya que sabíamos que ese gol daba muchísimas esperanzas al rival y les acercaba más al empate o incluso victoria.
Descanso, 1-4 en el marcador, y todo, en principio, a nuestro favor.
En el vestuario, se escucharon unos gritos aterradores, era el entrenador rival metiéndoles una bronca escalofriante, nosotros sabíamos lo que teníamos que hacer, que era seguir con nuestra filosofía de juego. No iba a ser nada fácil, y éramos conscientes de ello.
Arranca la segunda mitad, y como siempre, ellos atacaban, con calma pero a la vez con ansia, no querían perder ese partido. Un sinfín de ocasiones del rival acaba con gol en contra.
Minuto 54, 2-4 en el marcador, y para que engañarnos, nos temíamos lo peor, La Salle ha vivido tantas remontadas épicas (tanto a favor como en contra), tantas injusticias, que el pensamiento de “el poder ser remontados” recorría en nuestra mente.
El partido continuaba, si tuviera que decir a ojo la posesión de la segunda mitad probablemente rondaría los 85% vs 15%, hace falta decir a favor de quién?
|
Guillermo Jordi |
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada