dissabte, 20 de febrer del 2016

Esperando

La Salle Bonanova   0  -   2  U.E. Sants


Hace tiempo que no me dejaba caer por estos lares de la literatura deportiva, esta vez sin la ayuda de la grabadora ni de la socorrida cámara de video.

Así que escribo de memoria, por lo que pido con antelación disculpas por la omisiones que pueda cometer.

Se planteaba un partido difícil, frente a un rival que nos había endosado un 7-0 en el partido de ida.

Y la verdad es que la posición del Sants (3º en la clasificación) se veía reflejado en el terreno de juego: un equipo compacto, que controlaba muy bien el balón detrás y que intentaba encontrar huecos en la férrea defensa planteada por el míster a base de certeros pases largos. No había individualidades porque todos los jugadores exhibían un nivel técnico altísimo.

La férrea defensa de nuestros jugadores les ha puesto la cosa difícil: no iban a tener un partido cómodo, y no lo han tenido. Todo el mundo ha trabajado de lo lindo: los hermanos Verdaguer, Oriol, Batlle, Villa, Ubach, Rodri, Livio, Terry, Marcel, ... (aquí viene donde me dejo a unos cuantos, mis disculpas)

El problema es que tener un solo jugador en punta (al principio del partido Miquel, luego Oriol, extremadamente meritorio el trabajo de ambos) hacía muy difícil cuajar jugadas ofensivas en los contraataques, ya que enseguida se encontraban con tres jugadores más el portero asediando al atacante. Varias faltas lanzadas por nuestro "Ubachenbauer" han metido el balón en el área contraria pero no han sido suficientes para batir a un extraordinario portero visitante.

El signo de alarma nos ha caido hacia el final de la primera parte cuando aún conservábamos intactas las redes de nuestra portería: en una rigurosísima aplicación del "nuevo reglamento" , cuatro jugadores del Sants pitaban un penalty por mano y el árbitro les compraba la mercancía. Una prodigiosa estirada de "Apa", que había leido la mente del lanzador, no era suficiente y nos colocaban el 0-1. Un gol tan cerca del descanso hacía que éste se tornase incómodo.

El segundo tiempo ha visto un leve adelantamiento de las líneas, un poco tímido para el gusto de este cronista, y el partido ha recuperado la dinámica: balones largos al punta (Miquel o Uri) y cerrojazo atrás cuando los de Sants recuperaban el balón. Se mantenía la tensión, pero también se mantenía el resultado.

A falta de unos diez minutos para el final, un pequeño fallo de la defensa (los rivales no necesitaban más...) dejaba a Sergi Cortés solo con el delantero contrario que llevaba el balón y que nos metía el 0-2.

Todos esperábamos repetir el gran resultado conseguido frente a un rival tan difícil históricamente como el Catalonia. Quizá jugar contra el tercero un perder sólo de 2 era lo mejor que podíamos conseguir... pero nos ha sabido a poco.

P.D.: El cronista es padre del portero del Infantil "C" a quien le han pitado el penalty más riguroso que había visto nunca, tras un evidente piscinazo del rival, una horita antes del partido de juveniles: hoy no estoy para alabar el trabajo arbitral.

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